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Paciente recibiendo tratamiento facial con skinbooster en Clínica Miguel Lombardo, Sevilla

¿Qué son los skinboosters y para qué sirven?

Los skinboosters son una opción cada vez más solicitada para quienes buscan mejorar la calidad de su piel sin modificar sus rasgos. Este tratamiento refleja una filosofía clara: mejorar la piel sin transformar la expresión natural. Como solemos decir en Clínica Lombardo, sigue siendo tú, que no te cambien. Su objetivo no es modificar los rasgos, sino devolver a la piel su equilibrio natural: hidratación, luz y suavidad perdidas por el tiempo o los factores externos.

¿Qué son los skinboosters y cómo actúan en la piel?

Los skinboosters son microinyecciones superficiales de ácido hialurónico muy fluido que se infiltran directamente en la piel, en zonas estratégicas como mejillas, cuello, escote o incluso manos. A diferencia de un relleno clásico, no buscan proyectar ni rellenar nada. Lo que hacen es hidratar desde dentro y mejorar la calidad del tejido cutáneo.

Con el paso de los años, el sol, el estrés o incluso los cambios hormonales, la piel empieza a perder agua, elasticidad y esa textura uniforme que tanto valoramos. Lo que conseguimos con este tipo de tratamiento es devolverle a la piel su equilibrio: más hidratación, más suavidad, más luz.

Además, es importante destacar que los skinboosters que utilizamos en Clínica Lombardo llevan una pequeña pero suficiente cantidad de inductores de colágeno, lo que supone un plus en los resultados: no solo hidratan la piel, sino que la tonifican y la tensan mediante la estimulación de los fibroblastos. Esto se traduce en una piel más firme y rejuvenecida desde las capas profundas.

Y si hay un momento especialmente adecuado para realizarlos, es antes o después de la exposición solar, ya que ayudan a restaurar la hidratación perdida, prevenir el daño oxidativo y fortalecer la barrera cutánea. Son un auténtico tratamiento de fondo para quienes quieren disfrutar del sol sin renunciar a una piel sana y cuidada.

¿Por qué lo recomendamos en Clínica Lombardo?

En Clínica Lombardo, muchos pacientes aún no necesitan un relleno ni buscan un cambio visible. Buscan prevenir el envejecimiento o mejorar una piel cansada, sin recurrir a tratamientos que cambien su expresión.

Los resultados son discretos y armónicos: la piel mejora, pero sin evidencias visibles de intervención.

¿Qué zonas tratamos con skinboosters?

  • Rostro: para mejorar poros dilatados, zonas secas o pequeñas arrugas, y mejorar la luminosidad general.
  • Cuello y escote: donde la piel es más fina y delata el paso del tiempo, ideal para prevenir arrugas finas y mejorar el tono.
  • Manos: cuando pierden hidratación y se vuelven más traslúcidas, devolviendo un aspecto más juvenil.
  • Zona periocular: para hidratar la piel alrededor de los ojos sin aportar volumen, ideal para dar frescura a la mirada.
  • Mejillas y sienes: zonas que suelen perder densidad con el tiempo y donde el skinbooster puede aportar firmeza y calidad a la piel.

Este tratamiento se adapta a cada rostro y puede combinarse con otros procedimientos para potenciar sus efectos de forma personalizada.

¿Cuándo lo recomendamos?

Nuestra recomendación habitual es comenzar con un protocolo de tres sesiones separadas por unas semanas. A partir de ahí, se realiza mantenimiento cada 4-6 meses según las necesidades de la piel.

Es ideal a partir de los 30, aunque cada vez más pacientes jóvenes lo usan como prevención.

¿Qué tipo de piel se beneficia más?

Este tratamiento está especialmente indicado para:

  • Pieles deshidratadas o con tendencia a la sequedad
  • Personas que han pasado por tratamientos médicos o dermatológicos que han dejado su piel sensibilizada o apagada
  • Cutis con falta de luminosidad
  • Textura irregular o marcas leves de acné
  • Primeros signos de envejecimiento, como líneas finas
  • Pieles que han perdido elasticidad por el sol, el tabaco o el estrés

¿Es molesto? ¿Tiene efectos secundarios?

Aunque se trata de microinyecciones, el procedimiento es muy bien tolerado gracias a la aplicación de anestesia tópica y al uso de agujas finas.

Las molestias son mínimas y los efectos secundarios, si aparecen, son leves y transitorios: una ligera inflamación o enrojecimiento, y en ocasiones pequeños hematomas que desaparecen en pocos días. La mayoría de nuestros pacientes retoman su rutina diaria con total normalidad después del tratamiento.

Un tratamiento sutil con resultados visibles

Los skinboosters actúan directamente sobre la calidad de la piel, ofreciendo resultados progresivos y naturales que comienzan a notarse desde la primera sesión: la piel se ve más hidratada, luminosa y suave. Con las siguientes aplicaciones, se refuerza la estructura dérmica, se potencia la firmeza y mejora la elasticidad, dando lugar a un cutis visiblemente rejuvenecido y más uniforme al tacto y a la vista.

En resumen

Los skinboosters son una excelente puerta de entrada al cuidado estético médico. Aportan mejoras reales en la calidad de la piel, sin que ello implique modificar tu identidad facial. Son ideales tanto para quienes quieren prevenir el envejecimiento como para quienes desean recuperar vitalidad en una piel cansada o castigada.

Su versatilidad, su buena tolerancia y su resultado natural hacen que sea uno de los tratamientos más demandados por pacientes que valoran una estética discreta, coherente y respetuosa con su esencia.

Y si no sabes por dónde empezar, este tratamiento puede ser una forma natural y segura de comenzar a cuidar tu piel con medicina estética.

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