Elimina esa sensación de cansancio de tu rostro, y despídete de las ojeras.
Por fin hemos dejado de demonizar las arrugas. Reflejan lo que hemos vivido, para bien o para mal, y eso nos hace más humanas. Lo que no llevamos tan bien es la cara de cansancio y esas ojeras que nos acompañan a diario. Así las puedes tratar.
No sólo el tiempo nos pasa factura en forma de arrugas o flacidez. Es que la microcirculación que nutre a la piel cada vez se muestra más ineficaz, lo que hace que esta se afine. Y una de las consecuencias de este afinamiento son las ojeras.
Digamos que las ojeras «siempre han estado ahí», lo que ocurre es que al afinarse la piel estas se transparentan, y pueden parecer incluso que se acercan al tatuaje.
¿Cuáles son las tuyas?
Seguro que conoces su color de las veces que habrás ido a tu tienda multimarca cosmética para elegir tu concealer (corrector) perfecto. ¿Son grisáceas? (estas tienen que ver con un aumento de melanina en la zona. ¿O tiran a violeta? lo que significa que tu piel es tan sumamente fina que casi se transparentan los capilares. La principal causa en estos casos es una deficiente circulación, que se agrava por el cansancio, el estrés, la falta de sueño o la ausencia de uno bien reparador. En ambos casos, te aseguramos que, de todos los atributos y tipos de piel del rostro, la ojera es lo que más envejece con diferencia. Sobre todo en estaera de la mascarilla, cuando nos lo jugamos todo a una carta: la de la mirada.
Ojeras estructurales
Pero hay un tercer caso en el que no incide el color sino la forma: es cuando esa mejilla está como partida por una ojera que se hunde en el pómulo. Y si, al revés, sobresale de una manera prominente, entonces hablamos de bolsas. En el primer caso, sobre todo, la medicina estética más avanzada recurre a la técnica “beauty eyes”, que consiste en infiltrar en la zona ácido hialurónico, ubicándose este entre los capilares y la piel, con lo que la transparencia desaparece. Este tratamiento está especialmente recomendado para los pacientes más jóvenes, ya que el AH es capaz de revertir este problema ya en la primera sesión, lo que a los nativos digitales les encanta.
El resultado de este tratamiento dura entre seis meses y dos años, pero conviene acudir a revisión una vez al año para ver si es necesario algún retoque. Y es que hay agentes como el tabaco o el sol que contribuyen a acortar la vida del ácido hialurónico en nuestro organismo, tanto el natural como el inyectado.